Viajaba a Luxemburgo por motivos de trabajo y reserve este hotel por su proximidad a la oficina. el hotel es impresionante de grande. la recepción está bien organizada y el precio es razonable, para ser un 4*. El servicio de traslado al aeropuerto gratuito funciona genial, son super puntuales y es comodisimo. El baño es amplio y la ducha es fantastica.

Cuando entré a la habitacion, lo primero que llama la atencion es el estado de la moqueta... las manchas de desgaste, parecía que habían rociado el suelo con lejía y se había desteñido a cachos. Mi habitacion tenia dos camas separadas, y al mirar los edredones... uno con una raja de 30 cms y el otro con una mancha de tinta... daba pena verlo... luego estaba el desayuno, completito, pero eso si, al ser tan grande hay muchisima gente y a los camareros no les daba tiempo a reponer. la leche caliente, el cafe, el agua... cada cosa que quería necesitaba un rato conseguirlo... asi que hay que bajar a desayunar con tiempo. Por ultimo la temperatura de la habitacion es muy baja, que frio pase... no olvidar un pijama calentito.

Situado frente a la estación de tren y a unos 10-15 minutos del casco histórico. Personal agradable. Habitación limpia, espaciosa y bien equipada.